Gestión de Tesorería

Nos encontramos en un entorno macroeconómico de un bajo crecimiento a nivel nacional, con un consumo por parte de los agentes económicos cada vez menor, ante la incertidumbre económica en la que estamos inmersos, que hace que las ventas de nuestras empresas sean mucho menores. A esto hay que añadir el proceso de reestructuración que está viviendo nuestro sector financiero, con la digestión de la financiación inmobiliaria y los nubarrones de otros países del área Euro, que están limitando seriamente el acceso a financiación bancaria (INE 26 de Mayo de 2011: Una de cada cuatro empresas que solicitó financiación en 2010 no pudo obtenerlo). Ante esta situación, la Gestión de Tesorería en nuestras compañías reclama su puesto de honor.

En la gestión de las Pymes es necesario obtener las cuentas de resultados y balances por obligación legal y gerencial que nos permite conocer y analizar la situación de la compañía, información que habitualmente también se obtiene en periodos intermedios del ejercicio contable (mensual, trimestral, semestral), e incluso se sacan cuentas de resultados por líneas de negocio pero por otra parte, desde nuestra experiencia con multitud de empresas, la Gestión de Tesorería queda en un segundo plano, y lo que se gestiona en muchas ocasiones son incendios ante la falta crónica de caja. Clientes que no pagan cuando estaba previsto, debemos liquidar el IVA sin haber recibido el importe de la factura, pagar anticipadamente a un proveedor para no parar la producción, líneas de descuento que no se renuevan,… son situaciones que se están sufriendo en nuestras empresas y que hacen que vayan a remolque de los acontecimientos, sin que exista una efectiva gestión financiera sino una auténtica batalla diaria contrarreloj para cubrir las vías de agua que se nos abren.

Para mitigar y gestionar de una forma más adecuada nuestras empresas consideramos fundamental que la Gestión de Tesorería pase a ocupar el lugar de privilegio que se merece.

Lo habitual en las empresas es que se tenga la información bien estructurada de los pagos de las facturas recibidas, y que se tenga la previsión de cobros de las facturas emitidas, pero falta habitualmente una previsión, de un plazo de al menos doce meses permanentemente, de nuestra posición mensual de tesorería.

En la Gestión de Tesorería debemos incluir las previsiones acerca de nuestras compras futuras de existencias, de las estimaciones de cobros, de liquidaciones financieras: intereses, costes de avales, de pagos de personal…, en fin, de todos los movimientos con repercusión en nuestra caja que nos permitan anticipar nuestros movimientos y gestionar adecuadamente nuestros activos y pasivos (y lo que se gana en salud al trabajar así).

Lo que proponemos y ponemos en marcha desde Apunte con las empresa que trabajamos es esta Gestión de Tesorería, que además nos permita realizar escenarios sobre como entendemos que se va a comportar el negocio, y con que palancas contamos para gobernarlo. Realmente es una tarea que obliga a pensar sobre el futuro, a reflexionar hacia donde nos dirigimos y en la que, en muchas ocasiones, encontramos resistencias a su puesta en marcha (¿Qué te dé las ventas de dentro de seis/doce meses? Ufff…), pero que cuando se implanta la organización agradece tanto la claridad que ofrece el conocer la Tesorería a ese horizonte de al menos de doce menos como ser conscientes todos de la repercusión que tienen las decisiones que se toman en la empresa. Y decimos de doce meses de forma continua, no solamente como es muy habitual cortando en el mes de Diciembre; nuestra propuesta es el trabajar con Presupuestos Dinámicos que permitan tener esa visión de al menos ese plazo de forma estructural en las compañías.

Es momento de ser mejores, para competir de forma excelente y la Gestión de Tesorería es una herramienta fundamental para conseguirlo, que nos permitirá tomar decisiones con mayor criterio y anticiparnos a la evolución de nuestro negocio. Y mejorar en los sistemas de gestión también es innovar en la empresa.

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