Para cualquier negocio, es necesario contar con alguna ventaja competitiva con la que consiga ser reconocido en el mercado y, por tanto, tener su cartera de clientes y de ventas que permita llevar adelante su proyecto empresarial. Liderazgo en costes, diferenciación, segmentación, las empresas necesitan ofrecer algo distinto para mantenerse y desarrollarse.
Y esa distinción incluye también la mejora en la gestión estratégica y financiera. El entorno macro en el que nos encontramos y en el que vamos a permanecer durante unos cuantos años, con una financiación bancaria muchísimo menor, hace imprescindible que los necesarios recursos financieros de las empresas se alimentarán más en fondos propios por un lado, y la financiación externa será para las empresas que muestren proyectos con estrategias claramente definidas, apoyadas en los recursos y capacidades perfectamente reconocibles en las mismas y coherentes con esos planes a largo plazo, y para empresas con cierto tamaño: la dificultad para la empresa de menos de diez trabajadores será muy alta.
Es por ello que la innovación en la gestión va a ser un elemento que diferencie las empresas que sobrevivan y se robustezcan a diez años vista, y las que se queden por el camino. Vamos a encontrarnos con un mercado empresarial en el que van a darse fusiones/compras en busca de tamaños más eficientes, que permita acceder a fuentes de financiación no exclusivamente bancarias tradicionales (capital riesgo, bussines angels, grandes empresas) que van a demandar una gestión mucho más sofisticada y estratégica.
Las empresas necesitan establecer sus planes de futuro que les permitan además saber cuál es su valor, asignatura pendiente de la mayoría de la empresas, cuál es el precio por el que deberían vender/fusionar su negocio, mediante un proceso de valoración realizado por un experto.
Es el momento, además de estar luchando con un mercado en estos momentos de atonía, de estar poniendo los cimientos de hacia dónde se deben dirigir los esfuerzos de la empresa a futuro, momento de diseñar su propuesta de valor, su estrategia, y de valorar la empresa, para poder negociar en un mercado de concentración empresarial que se va a dar como paso necesario para poder ser competitivos en el mundo globalizado.