¿Realmente tengo la estrategia adecuada?

En la estrategia y dirección de empresa siempre buscamos cuál sería esa fórmula mágica que nos lleve al éxito en el proyecto en el que estamos embarcados. Estudios, experiencias, hay muchos y muy sensatos y en esta entrada en nuestro blog compartimos las atinadas reflexiones que nos propone Robert Simons en su artículo Hágale una prueba de estrés a su estrategia, en el que nos plantea siete preguntas que debemos hacernos para examinar la robustez de nuestro negocio:

  1. ¿Quién es su cliente principal?. Parece una pregunta trivial, pero nuestra experiencia nos dice que cuando la planteas a la empresa no es fácil de responder. Todos, los que me compran,… son respuestas habituales pero es clave centar a quién me dirijo principalmente (al consumidor final, al franquiciado, al distribuidor, etc.) pues en función de ese foco se determina la asignación de recursos a realizar.
  2. ¿Cómo los valores centrales de la empresa le ayudan a priorizar entre accionistas, empleados y clientes?. La respuesta es de a quién pongo en primer lugar y en función de ello, actúo.
  3. ¿A qué variables cruciales de desempeño les está haciendo seguimiento?. Cómo siempre decimos, pocos y relevantes en la pantalla inicial de control. En nuestra experiencia en la elaboración de Cuadros de Mando mediante herramientas de Inteligencia de Negocio (BI) vemos cómo el poner esos (pocos) indicadores relevantes a primera vista cambia la visión del empresario sobre su empresa, y el grado de control y conocimiento sobre ella. Cuidado con poner excesivos indicadores que terminen siendo una tela de araña que no te deje salir de los mismos.
  4. ¿Cómo está generando tensión creativa?. Simons certeramente indica que las presiones del mercado se sientan dentro de su compañía. Asignación de objetivos ambiciosos, elaboración de evaluaciones del desempeño, ampliar el campo de responsabilidad individual, asignación de costes lo más “fina” posible, son herramientas que ayudan a que esa tensión no baje para mantener la competitividad de la empresa.
  5. ¿Qué límites estratégicos ha establecido?. Decir claramente a la organización que no se debe hacer, con libertad dentro del campo de acción de la empresa. La estrategia es elección y, sobre todo, es decir que no para mantenerse enfocado, con un crecimiento disciplinado que evite el desperdicio y el riesgo por la dispersión en la acción.
  6. ¿Cuán comprometidos están los empleados para ayudarse entre sí? Equipo frente a individualidad, con líderes que consigan organizaciones con: Orgullo por su propósito, identificación de grupo, confianza entre todos y justicia en el trato.
  7. ¿Qué incertidumbres respecto a la estrategia le quitan el sueño? La estrategia es un ser vivo que necesita adaptación: los productos se quedan obsoletos, gustos cambiantes o avances tecnológicos que hacen que perdamos competitividad. Necesitamos herramientas de control que nos den información a tiempo de los indicadores relevantes (pocos y bien elegidos) que permiten tener las riendas de la empresa bien cogidas. La utilización de la tecnología con las aplicaciones de BI permiten de forma barata tener la información necesaria en cualquier lugar y en cualquier momento, mediante acceso web.

Para poder seguir siendo competitivos debemos tener clara nuestra estrategia y enfocarnos a nuestros clientes, enfocados con unos pocos indicadores en nuestro Cuadro de Mando que nos permita tener el control de nuestra empresa, en todo momento y en todo lugar. Espero que estas preguntas que nos propone Simons nos ayude a conseguirlo.

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